Esta técnica consiste en que el operario se descuelgue por la superficie acristalada para poder realizar el trabajo de limpieza. Se desliza desde el tejado del edificio y queda colgando. Este método se utiliza sólo en casos en los que llegar a la fachada sería imposible de otra manera por su difícil accesibilidad.
La utilización de limpiacristales específicos y otros productos para limpiar vidrios deben quedar siempre en manos de expertos que saben utilizar las cantidades adecuadas y cómo usar cada químico.